Mejor respuesta
En el uso moderno, «may» se usa en expresiones de permiso o «posibilidad dudosa», lo que puede ser un poco confuso en algunos casos.
Históricamente, «may» «era un medio de pedir y conceder permiso -» ¿puedo sentarme? «y se le respondió» puede «. Esto ahora ha sido reemplazado casi por completo por «can» y «will».
¿Puedo sentarme? ¿Me sentaré?
Suenan bastante raros para los mayores de 80, pero son muy comunes hoy en día, el primero más en el Reino Unido y Australia, el segundo en el norte América.
Hoy en día, el uso más común de «puede» es expresar una posibilidad dudosa o voluntaria, casi sinónimo de «podría» pero con el sentido adicional de agencia, así que:
Podría llover hoy; no obstante, puedo salir.
«Shall» se usa cada vez con menos frecuencia, y «will» generalmente se prefiere en todos los casos . Ambos se usan indistintamente como auxiliares de estado de ánimo imperativo y tiempo futuro. Se solía pensar comúnmente que «deberá» era el imperativo de «voluntad», pero esto era el resultado de una falsa normalización. De hecho, históricamente, «deberá» y «será» fueron palabras separadas, donde «deberá» significaba más o menos lo que «debería» significa hoy, y «voluntad» fue una declaración de intención.
Respuesta
La respuesta es muy técnica. Existen diferencias significativas entre debe, debería, puede y podría, si rastrea los orígenes de estas palabras. Hoy, sin embargo, en el uso general, «deberá» es indicativo de una decisión firme, incluso si el resultado final es incierto.
1. Me casaré el año que viene. Se toma la decisión. Es cierto. Aún así, podría haber un terremoto o el sacerdote podría estar enfermo en el último momento o un terrorista podría interrumpir el proceso. Entonces, el resultado final es incierto. Pero la decisión es firme. No hay ninguna duda.
2. Puede que me case el año que viene. Aquí hay incertidumbre. Puede que aún no haya pareja. No hay ningún plan definido. Incluso podría ser que la persona no desee casarse, pero está siendo presionada para que lo haga. Existe la posibilidad de que el matrimonio suceda, al final. Pero existe una gran duda en cuanto a la decisión en sí y, por lo tanto, el resultado ni siquiera se está considerando, realmente.