La mejor respuesta
Tanto las arqueas como las bacterias pueden ser termofílicas, y parece que a medida que avanza en el «árbol genealógico» de ambos grupos las especies más antiguas son las más tolerantes al calor. Esto se toma para implicar que el origen de la vida en la tierra estaba en un lugar caliente, como un respiradero hidrotermal en el océano. Puede obtener más información sobre los termófilos en el artículo de Wikipedia.
En cuanto a ejemplos específicos, un par de ejemplos bien conocidos son las bacterias, Thermus aquaticus y Thermus thermophilus, que han producido enzimas comercialmente valiosas utilizadas en PCR. Taq DNA Pol sintetizará ADN a temperaturas muy altas. Taq = Thermus aquaticus
Respuesta
Las bacterias microaerofílicas viven en ambientes con bajos niveles de oxígeno.
Borrelia burgdorferi
Borrelia burgdorferi es una bacteria en forma de espiral responsable de la enfermedad de Lyme en ganado y humanos. El microorganismo se transmite principalmente por garrapatas, pero también por pulgas, mosquitos y ácaros. Según The Environmental Illness Resource, la enfermedad también se puede transmitir de persona a persona a través del sexo o de la madre al feto. Borrelia burgdorferi es un microorganismo muy resistente, pudiendo sobrevivir incluso a procesos de purificación de sangre para preparar sangre para transfusión.
Helicobacter pylori
Según el sitio web Kids Health, estas bacterias son comunes en los países en desarrollo, donde hasta el 10 por ciento de los niños y el 80 por ciento de los adultos pueden tener evidencia de una infección, incluso sin mostrar síntomas. Helicobacter pylori causa problemas digestivos como gastritis, úlceras pépticas (llagas en el estómago o primera parte del intestino delgado) e incluso cáncer.
Campylobacter
Campylobacter causa intoxicación alimentaria. Los niños pequeños, las personas mayores de 60 años y los que trabajan con animales de granja o en la industria cárnica corren un mayor riesgo, según la Agencia de Protección de la Salud. Los síntomas incluyen diarrea, vómitos, dolores de estómago y calambres y fiebre. La mayoría de las personas infectadas se recuperan sin tratamiento en un plazo de dos a cinco días, pero algunos casos requieren el uso de antibióticos.